Los espejos de segunda superficie se obtienen depositando
una delgada capa de un metal o una aleación sobre vidrio u otro material
transparente. En esta práctica se hará la deposición de plata
metálica en un tubo de ensayo por reducción de la disolución amoniacal
de plata empleando como reductor glucosa.
El proceso general de plateado requiere tres pasos.
1) Limpieza de la superficie a platear.
Para que el experimento salga bien y la plata se adhiera al tubo de ensayo, es necesario que esté perfectamente limpio. Para ello limpiaremos muy bien el tubo de ensayo con agua y jabón, y alcohol. Para una limpieza más exhaustiva se puede añadir 1 o 2 ml de mezcla crómica en el tubo de
ensayo y calentarla ligeramente en el baño termóstático.
2) Preparación de la disolución amoniacal
de plata.
En el tubo de ensayo preparado se ponen 2 ml de
nitrato de plata 0'2M. Se añaden hidróxido de sodio 2N gota a gota -agitando a cada
gota- hasta que no se forme más precipitado. Queda un precipitado pardo
negruzco de Ag2O.
Para disolver el precipitado anterior, se van añadiendo gotas de la disolución amoniacal y agitando hasta que se disuelva totalmente.
Para disolver el precipitado anterior, se van añadiendo gotas de la disolución amoniacal y agitando hasta que se disuelva totalmente.
3) Reducción con glucosa.
Se añade con la espátula una porción de glucosa a
la disolución amoniacal de plata se agita y se pone el tubo de ensayo en el
baño termostático (60-70 ºC). Se deja en reposo durante unos 30 min. De todas
formas al cabo de 15 a 20 segundos la plata precipita en las paredes del tubo formando
un espejo.